La norma aceptada por la Real Academia Española de la lengua (RAE) hasta el día de hoy contempla el uso del masculino genérico para designar la clase basándose en su condición de término no marcado. Esto significa que la forma masculina es siempre la predeterminada cuando hay varias personas de distintos sexos. Sin embargo, hay voces que consideran necesaria una revisión del uso del masculino genérico para que pueda considerarse como una lengua inerferfer iva (LI).
El LI no es un tema nuevo – en Estados Unidos y Alemania lleva tratándose más de tres décadas. Sin embargo en el mundo hispanohablante está cobrando fuerza más recientemente a pesar de ser un debate tratado de forma reduccionista en los medios de comunicación, los cuales sólo muestran posturas polarizadas;
1) la de los “expertos” y lingüistas que sostienen una visión “protectora” de la lengua – visión normativa representada por la RAE –
y 2) la visión sociolingüística, que tiende a identificarse como la voz “no experta” – aunque también la suscriben lingüistas, escritores y activistas — que habla del LI desde la sociolingüística, las políticas de la identidad y el bienestar psicológico.
El hecho de que los estudiantes conozcan las posibilidades que una lengua ofrece para ser más inclusiva, ciertamente puede ampliar su competencia lingüística y cultural y
fortalecer su conciencia crítica para analizar y cuestionar el statu quo. Por esto, enseñar y usar el LI en las clases de ELE no solo contribuye al desarrollo de la competencia pragmática del estudiante, sino que también fomenta la conciencia intercultural y promueve una comunicación más efectiva y respetuosa. Estos objetivos están en línea con los principios del MCER (Consejo de Europa, 2002) y del Plan Curricular del Instituto Cervantes (PCIC, 2006) para el aprendizaje y enseñanza de lenguas extranjeras
mencionados previamente.
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